S-I-N-V-E-R-G-Ü-E-N-Z-A-S

Llevaba yo unos días bastante tranquila. En su momento pensé en escribir un post titulado 'Soy mala persona' a cuento de la concesión del tercer grado al etarra Jesús María Uribetxeberría Bolinaga. Por mucho que las leyes democráticas permitan que este despojo se libre de la cárcel no puedo evitar desear que se pudra en una celda (inmunda si pudiera ser) entre terribles sufrimientos. Lo que pasa es que algunas personalidades mucho más inteligentes y preparadas que yo, como Antonio Gala y Arturo Pérez Reverte, ya expresaron, también mucho mejor que yo, que a la mayoría de los ciudadanos de bien nos importan más la víctimas que los verdugos, que lo verdaderamente injusto y antidemocrático es que la muerte le llegue a uno cuando se la adelanta otro de un tiro en la nuca y que este tipejo está igual de terminal que usted y que yo; ya que el primer factor de riesgo de muerte es estar vivo.

El caso es que gracias a estas lecturas me iba inundando una especie de optimismo que se fue acrecentando cuando escuchaba a algunos colegas hablar del futuro del periodismo; una profesión que está más terminal que el secuestrador de Ortega Lara. 

Antonio Rubio y Fernando Garea, dos históricos del periodismo de este país dicen en Pr Noticias que apostar por la información de calidad y el periodismo de investigación es lo que va a salvar esta profesión a la que algunos nos dedicamos desde hace mucho en cuerpo y alma. Admiten que la tarea no es fácil, puesto que las empresas sólo miran las cuentas de resultados (algo lógico, por otra parte, sin llegar a la ceguera y al desnortamiento, claro) y que en ese empeño han obviado la calidad. También reivindican que para hacer buen periodismo hacen falta profesionales experimentados y tiempo para trabajar, algo que los capos de los medios actuales se saltan a la torera sistemáticamente.

Al día siguiente de leer a estos dos grandes me toca frotarme los ojos ante el titular que nos da Juan Luis Cebrián, presidente de El País: "No podemos seguir viviendo tan bien". Justo cuando voy a comenzar a dar saltos de alegría porque por fin alguno de los peces gordos de este negocio se ha dado cuenta de que hay que recortar de todas partes y que van a arrimar el hombro... mi gozo en un pozo. ¡¡¡¡¡Qué boba!!!!! ¡¡¡¡Se refería a la plantilla de los trabajadores!!!!! que va a ser recortada en 150 profesionales para ver si así El País es viable.

Este portento de los negocios, del periodismo y de la vida en general opina que "la actual plantilla del periódico tiene una edad media muy elevada, carece de profesionales con perfiles digitales y además resulta cara porque tienen un salario medio de 88.000 euros".

Y claro, todo ello es "incompatible con el periódico que queremos hacer". Yo me/le pregunto, señor Cebrián... ¿Y qué periódico quieren hacer? ¿un folleto como el que hace mi hija de nueve años en el colegio? ¿Un batiburrillo de pseudoinformaciones cogidas con alfileres, redactadas a la carrera y escupidas para pasar a la siguiente cosa? ¿una acumulación de despropósitos en lo que prima es el low-cost y en el que lo que vale la pena queda enterrado entre la basura?¿una burda excusa para que usted siga embolsándose el sueldazo que gana? 

Cojo aire y sigo preguntando: ¿tiene usted la más remota idea de qué es eso de "perfiles digitales"? ¿Se trata de saber encender un ordenador, de tuitear 'buenos días, buenas noches y aquí estamos otra vez', por ejemplo, o de colgar el primer fake que cae en nuestras manos? *le aclaro que el término fake se emplea mucho en el mundo internecio para referirse a algo falso, ya sea noticia, gráfico o fotografía. En ocasiones se cuelga sin contrastar con tal de "estar ahí" diez segundos antes que la competencia, como si el lector estuviera en su casa con 20 pestañas abiertas y el cronómetro en la mano. Total, todo es descolgable cuando medio planeta se ha descojonado de nosotros y hemos quedado como unos garrulos integrales para el resto de nuestra vida virtual.

Si la respuesta a estas cuestiones es sí entonces tiene usted razón porque para semejante viaje no hacen falta alforjas ni profesionales del periodismo. Cualquier gilipollas, incluso usted, podría hacer el periódico con las manos atadas a la espalda. Puede teclear con los pies, total ya...

Si la respuesta es no y aspira a hacer un producto digno y de calidad le alabo el gusto, aunque confieso que pienso que lo tiene usted crudo. Y lo tiene usted crudo porque si todo el pensamiento que puede elaborar su cerebro es ese "no podemos seguir viviendo tan bien" definitivamente no se merece los 13 millones de euros que ganó en 2011; lo que no está mal para un jovenzuelo como usted, al que le parece que su plantilla es viejuna.

Me recuerda a aquellas declaraciones de Fernández Galiano, algo así como su homólogo pero en la competencia, cuando dijo que "hemos estado viviendo en una opulencia mal administrada" en referencia al mundillo este nuestro para justificar el segundo ERE en Unidad Editorial, en el que aparte de los despidos y de los recortes salariales no se ha puesto en marcha ninguna idea de corte empresarial. ¿Han pensado en hacer un dúo y retarse como hacen los raperos pero con la motivación de a ver quién dice la estupidez más grande?

Si la respuesta es sí les animo a hacerlo. Así al menos el periodismo quizá siga estando terminal, pero tendrá a dos ************** menos y ustedes harán carrera en el mundo del espectáculo (me han dicho que esto lo pueden incluso leer los niños y no quiero que piensen que soy una ordinaria; que he estudiado en colegios de pago, oiga).

Mierda, acabo de caer en que tenía que haber habilitado un número de esos para forrarme con las respuestas. "Si es sí, llame al..." "Si es no, llame al ..." definitivamente soy sólo una plumilla y no tengo mentalidad empresarial. 

Comentarios

  1. Hola tengo una hija de 25 años, ha terminado peridismo y un master de periodismo multimedia (o algo así se llamaba el p*** master),se ha matado a estudiar toda su vida, en Compostela la nota para periodismo sólo es comparable a la de medicina, ha hecho practicas, remuneradas y sin remunerar en prensa y Tv. Yo veo que llora todos los días, no porque no tenga trabajo, que también, sino porque no tiene futuro; menos mal que gente como usted, desde arriba, les llama a los de más arriba (JLC) por su nombre. Gracias, quizás JLC, la oiga, o lea, a mi me dan ganas de enviarle una carta abierta a su periódico, pero ni creo que la supiera escribir para decirle todo lo que pienso de gente como él, ni por supuesto me la publicarían.

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    1. Hola. Muchas gracias por sus palabras. No se hace a la idea de cuánto entiendo a su hija. Yo también lloro a menudo al ver lo que ocurre con esta profesión a la que tanto amo y por la que he dado todo. Me apena ver que jóvenes como ella, bien formados y con ganas, acaben siendo arrastrados por la mediocridad y tengan que 'acostumbrarse' a nadar entre la basura para sobrevivir porque algunos han confundido la cantidad con la calidad, la oportunidad con el desenfreno y, sobre todo, se atreven a pontificar desde un púlpito al que se subieron hace mucho, que les viene grande y que además está demasiado lejos de la realidad. Sólo nos queda agarrarnos a los razonamientos de los que opinan que la calidad acabará por imponerse, aunque mientras tanto haya que pasar por esta transición con la nariz bien tapada. Un abrazo fuerte.

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    2. Gracias por contestarme, sus palabras me reconfortan, en lo posible; ojalá yo tuviera la mitad de su saber decir para poder enviarle a ese sujeto y similares una carta en la que le nombraría a todos esos directores de medios locales y demás gente que no gana los 13,6 millones y que, más como pueden que como desearían, pagan a sus empleados y proveedores a fin de mes, si se puede, y no se meten en aventuras para aumentar su prestigio personal a costa de la piel de sus empleados, para poder decir yo tengo una emisora en America latina, tengo un periodico en EE.UU., etcétera. Qué le voya contar a usted ¿verdad?, de nuevo muchas gracias por sus palabras

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